Nuestra aventura por Costa Rica empezó en el Parque Natural de Tortuguero. Una buenísima idea para aquellos que, como nosotros, quieran alquilar un coche para moverse por este país ya que, dado que a esta zona no se puede acceder más que en barco, podrán posponer unos días el alquiler. Y una inolvidable primera impresión de este país que como bien dicen los costarricenses es pura vida. Y para muestra un botón: un par de minutos después de tomar la barca que nos adentraba en el parque para llevarnos a nuestro hotel habíamos visto ya cocodrilos, caimanes, tortugas, perezosos o monos. Y eso era sólo un aperitivo de lo que nos esperaba en los dos días que pasamos en este parque natural. El desove de las tortugas es un momento único lleno de magia. Desplazarse de un lugar a otro en barca por los canales, uno de esos placenteros momentos en los que uno querría parar el tiempo. Dormir en medio de la jungla escuchando la vida en directo al otro lado de las mosquiteras, una experiencia que recordaremos toda la vida. Muy recomendable el Hotel Evergreen, por lo auténtico y lo cómodo. Encantadores los guías, los barqueros y todo el personal del hotel. Espero poder volver algún día.
Que bonito y enriquecedor ha de ser el estar en contacto tan cercano con la naturaleza en un país como Costa Rica. Ojalá pronto se nos haga visitarlo...
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