El mejor viaje de mi vida

Hace unas semanas comenzó el viaje más bonito de mi vida. Como en todo gran viaje, llevábamos varios meses preparándolo, con mucha ilusión y no sin algo de incertidumbre. Y por fin llegó el gran día. Desde entonces la sensación que me acompaña es muy parecida a la de cada una de las Vueltas Abiertas que he compartido con vosotros durante estos últimos años: una mezcla entre desear disfrutar al máximo cada instante y al mismo tiempo no querer que ocurra tan rápido; una añoranza por etapas que aún no han pasado; un afán constante y vertiginoso por saber saborear al máximo cada momento. Ojalá el reloj fuera un poco más despacio en estos momentos tan especiales de la vida. Ojalá se pudiera parar el tiempo. Durante unos meses hemos dejado de coger aviones y trenes pero pronto volveremos a hacerlo con ella. Y volveremos a compartir con vosotros aquellos rincones que descubramos por el mundo. Esta vez en familia.