No concibo una visita a Sevilla sin un buen paseo por el barrio de Santa Cruz. Sin prisa y sin rumbo fijo, perdiéndose por sus angostas y coloridas calles. Disfrutando de balcones, flores y patios. Retrocediendo en el tiempo para saborear su historia judia y sus leyendas centenarias. Parando a tomar un vino y un montadito de pringá en alguno de sus bares. Curioseando en alguna de las tiendas de artesanía que se esconden entre otras más turísticas. Pensando cuándo volverás.
Conozco Sevilla, pero tengo que dedicarle un poquito mas de tiempo con más calma.
ResponderEliminarBonita entrada.
Un saludo
Carmen http://deviajeyrutas.blogspot.com.es/
Muchas gracias por tu comentario, Carmen. No conocía tu blog. Ahora mismo me doy una vuelta :-) Un saludo
Eliminarholaa!!
ResponderEliminaryo creo que como triana no hay nada en Sevilla jejeje la última vez que estuve (2013) me le pasé genial. a ver si este año toca otra vez...
saludos
Triana bien merece otra entrada. Prometido para mi próxima escapada a Sevilla. Gracias por tu comentario, Sonia. Un saludo
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